El Futuro del Empleo


Hoy tengo el placer de participar en el III Foro Empresa Responsable organizado por Cruz Vermella formando parte de la mesa de debate “El futuro del Empleo”.

En este tipo de espacios suele compartirse información acerca de cómo evolucionarán los puestos de trabajo y también sobre tendencias en la Gestión de personas, es decir, cómo responderán las empresas a los previsibles cambios. Gran número de entidades publican periódicamente informes abordando estos temas, algunos de los cuales aparecen referenciados al final de este post.

La mayoría de estos informes suelen basarse en encuestas pasadas a profesionales de Recursos Humanos y directivos. Dada la fuente, creo que conviene hacer las siguientes consideraciones:

  • Aunque contienen información muy valiosa, no reflejan toda la realidad. La mayoría del tejido empresarial está constituido por micro y pequeñas empresas, que además también son las que generan la mayoría del empleo en prácticamente todas las economías pero a las que, normalmente, no pertenecen el grueso de los encuestados para la realización de estos informes.
  • En general, describen lo que las empresas creen que van a necesitar en los próximos años y/o lo que están dispuestas a hacer para atraer a esos perfiles en un escenario en el que predicen que van a competir entre ellas por atraer a un reducido número de personas que poseerán las habilidades que buscan. No suelen plantearse qué empleos necesitará la sociedad o como acompasar sus necesidades con la realidad social, sino que más bien suelen sugerir a la sociedad qué tendría qué hacer para atender a sus necesidades. En general la visión con la que uno se queda es la de que su tendencia es a externalizar la carga de la generación del “talento” que van a necesitar.

Respecto a los contenidos de estos informes, suelen coincidir en la previsión de que las habilidades no cognitivas (capacidad de colaboración, innovación, autonomía, automotivación, resolución de problemas…) adquirirán cada vez más importancia y en que asistiremos al nacimiento de nuevos empleos. Así, el “Human Capital Report 2016”, del Foro Económico Mundial, afirma que el 60% de los niños que hoy inician la primaria, trabajarán en puestos que aún no existen.

Respecto a los factores que más afectarán al empleo en el futuro, se señalan la globalización, la digitalización y cambios tecnológicos, la desregulación, la carrera por la reducción de costes y los cambios demográficos.

Que la globalización afecta al empleo parece evidente. La globalización actual significa libre movimiento de empresas, mercancías y capitales, no de personas. Los mercado de trabajo de los diferentes países/regiones compiten entre sí y, sin duda, eso tiene efectos en los empleos que se crean en ellos, tanto por lo que respecta al tipo como a la calidad de los mismos.

La influencia de los cambios tecnológicos es tal que el informe “Future of Jobs” del Foro Económico Mundial predice que de aquí a 2020 desaparecerán 5 millones de empleos y se crearán 2.1 millones de nuevos empleos como consecuencia de estos cambios. En cantidad de empleo está claro que el balance no es positivo.

Digitalización, desregulación y reducción de costes darán lugar a la creciente externalización de actividades y la solicitud de trabajo bajo demanda, marcadas por la temporalidad y la acentuación de la asimetría en las relaciones.

Finalmente, los cambios demográficos, tendrán dos efectos: los movimientos masivos de población desde latitudes menos desarrolladas y/o en conflicto conllevarán un exceso de mano de obra vulnerable y el envejecimiento de la población obligará a la convivencia intergeneracional en el seno de las empresas.

Como señala el “Human Capital Report 2016”, del Foro Económico Mundial, el futuro del empleo plantea el reto de equilibrar las necesidades de individuos, empresas y sociedad, de compatibilizar prosperidad económica y social y bienestar para todos ya que, las predicciones parecen apuntar a problemas de acentuadas desigualdad e inseguridad de ingresos que pueden amenazar la estabilidad social.

Las empresas van a necesitar talento, y esto plantea algunas cuestiones:

  • Que no se acabe creando una élite minoritaria de trabajadores “talentosos” frente a una mayoría de población trabajadora con condiciones laborales muy inferiores
  • Cómo estructurar la relación entre educación y mercado de trabajo para que atienda a las necesidades de éste sin dejar de lado las otras finalidades de la educación, que además de formar trabajadores productivo, también debería formar personas éticas y ciudadanos responsables
  • Qué papel deben jugar las empresas en la financiación y articulación del sistema educativo, ya que no parece lógico que pretendan externalizar completamente la “producción” del talento que necesitarán

Parece que la educación y el aprendizaje jugarán un papel protagonista en el futuro del empleo y que tanto empleados como empresas tendrán que repensarlo:

  • Los empleados tendrán que entender que ya no será posible basar sus carreras profesionales en una serie de habilidades adquiridas al comienzo de las mismas y actualizadas y perfeccionadas a lo largo de ellas. El desaprendizaje de habilidades adquiridas y el aprendizaje de nuevas habilidades formará parte sustancial de su vida laboral.
  • Las empresas quizás tengan que plantearse que necesitar nuevas habilidades no es sinónimo de necesitar nuevas personas y que quizás tengan que hacer mayores esfuerzos, organizativos y económicos, para que los empleados con los que cuentan las puedan poner a su disposición.

Alguno de los informes también abordan la cuestión de las demandas de esos nuevos empleados y señalan entre ellas: entornos laborales saludable y promotores del bienestar, flexibilidad y posibilidades de conciliación, nuevas formas de liderazgo más respetuosas con la autonomía y que promuevan el desarrollo y compromiso por parte de las empresas. Que suena muy parecido, al menos a mis oídos, a decir que desean empresas responsables que atiendan a este grupo de interés.

No quisiera terminar este post, sin una breve reflexión sobre el significado del empleo. A nivel personal, además de proveer de recursos económicos para el propio sustento, el empleo es una forma privilegiada de contribución a la sociedad. Uno de lo elementos generadores de satisfacción en el trabajo, es encontrar sentido en él, misión y propósito, que hacen que la persona se sienta útil. Una empresa responsable que comunique adecuadamente su compromiso a sus empleados puede encontrar en su prácticas responsables la fuente de una ventaja competitiva de primera magnitud.

Social y económicamente, el empleo es también un mecanismo de redistribución a través del que los empleados participan y desconcentran la riqueza generada en el seno de la empresa. La creación de empleo en condiciones adecuadas forma parte del núcleo de la RSE de cualquier empresa.

 

REFERENCIAS:


Future of Jobs, del Foro Económico Mundial

Human Capital Report 2016, del Foro Económico Mundial

Human Capital Report 2015, del Foro Económico Mundial

Futuro del Trabajo en España 2016, de Adecco

Global Human Capital Trends 2016, de Deloitte

The Intermidancy of Temporariness Control and Power in Neo-Burocratic Organizations and Work in UK Television

José Manuel Barco Sousa
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